El Tribunal Supremo declara que un beso no consentido es una agresión sexual

El Tribunal Supremo ha dictaminado en una sentencia que un beso sin consentimiento expreso o implícito constituye un delito de agresión sexual, al considerarlo una violación de la libertad sexual de la víctima con el objetivo de obtener satisfacción sexual a expensas de la otra persona.

Los magistrados subrayan que no es necesario que la víctima diga explícitamente «no» ante intentos de besarla. «Lo esencial para que no haya delito es el consentimiento», declaran.

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